Centraliza datos críticos en una sola ficha: fotos del sitio, restricciones de acceso, mascotas, materiales confirmados, horario preferido, responsable de pago y notas de seguridad. Campos obligatorios evitan lagunas, aceleran programación y permiten que el técnico llegue preparado, reduciendo tiempos muertos y llamadas de aclaración de última hora.
Nombra estados simples y medibles: Calificado, Cotizado, Aceptado, Programado, En ruta, En sitio, Completo, Facturado. Cada transición requiere pruebas mínimas, como fotos, documentos o confirmaciones de cliente. Así se evita la ambigüedad y se facilita la coordinación diaria, incluso con equipos remotos o contratistas.
Al cerrar el acuerdo, un disparador crea la orden de trabajo con prioridad, habilidades requeridas y zona. Adjunta fotos, planos y cláusulas clave. Los técnicos reciben la información en su móvil, evitando interpretaciones, y el coordinador visualiza capacidad disponible para calendarizar sin rompecabezas complejos cada mañana.
Diseña plantillas por tipo de servicio que soliciten lecturas, medidas, componentes y permisos críticos. Campos obligatorios detienen el flujo cuando falta información esencial. Esto educa a los vendedores, homogeneiza entregables y eleva la calidad desde el primer intento, reduciendo llamadas de seguimiento y visitas adicionales costosas.
Crea colas específicas para revisiones, materiales pendientes y programación. Usa alertas por SLA y tableros en tiempo real visibles para ambos equipos. La transparencia promueve acción rápida y facilita priorizar clientes vulnerables, contratos con penalidades o rutas cercanas para optimizar kilómetros, combustible y desgaste de vehículos.